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Naturaleza. Innovación. Espíritu: eso es lo que representa la marca Rolf.

Detrás de esto hay un amor por las gafas. Y un amor por la naturaleza. De ahí proceden las materias primas, que son moldeadas en diseños atemporales por manos creativas. Detrás de Rolf hay una familia y un gran equipo que utiliza mucha emoción y métodos poco convencionales para crear gafas que inspiren a la gente. Cada día se perfeccionan nuevas ideas en el Planeta Rolf. Estas ideas no siempre fructifican, pero una o dos de ellas siguen desarrollándose. Y así, un puñado de ellas ya están haciendo felices a innumerables usuarios de gafas. Cuando entras en las salas de producción de Rolf, te sorprendes, pero no te decepcionas. El lugar parece joven, acogedor, familiar e inspirador. Te encuentras con personas muy diferentes que aquí no sólo trabajan en monturas. Trabajan en una visión. Con cada montura vendida, Rolf quiere cambiar un poco el mundo y contribuir a que la regionalidad, la transparencia y la humanidad sean más reconocidas e inspiradoras. Todas las gafas Rolf se diseñan y desarrollan en Weißenbach, se fabrican a mano y se envían a más de 50 países de todo el mundo. Madera, piedra, judías: sostenibles por naturaleza.

Rolf. Hecho a mano, por supuesto.